De oficio, de vocación.

Siempre he defendido con ahínco y con vehemencia el oficio de locución, descubrí con el paso del tiempo que no es una carrera, me rendí ante la idea de muchos que para ser locutor no se necesita estudiar, con hablar bonito era más que suficiente. Y también lo comprobé. Hay muchos locutores muy buenos que no estudiaron ni pasaron por una carrera en medios de comunicación, ni siquiera un curso de oratoria por casualidad, simplemente eran los simpáticos de la escuela a los que no les daba pena nada. Y si, si la "arman" y generan una buena hora de cabina. Pero no pasa más. Llegan a fabricar buenos números, pero no pasa más. Se vuelven el ídolo del momento en determinado sector, pero no pasa más. Se necesita eso, algo, aquello, no sólo la carrera, no sólo ser simpático, falta algo más, incluso no sólo pasión. Siempre es disciplina, compromiso, respeto y seriedad, porque estás comunicando, porque tienes algo enfrente de ti que es una bomba con efecto de expansión en donde no imagi...