Comenzar al revés

COMENZAR AL REVES

Comenzar no hablándote para nada, sentir que se me ahoga la voz al pronunciar tu nombre y luego comenzar hablando de ti en las madrugadas con mi almohada, decirle a todos mis amigos que te odio con todas mis fuerzas por dejarme ir, pregonar por las noches de luna llena que el amor no existe.
Después, llorar y llorar hasta tener los ojos de Pacquiao, quedarme viendo la televisión y no saber ni siquiera que está prendida.
Cortarme el cabello para sentir que me desprendo físicamente de algo que ya besaste, ya oliste ya tocaste.
Después, platicar con la gente y no encontrarle sentido a nada.
No tener lleno el corazón para un buen consejo
Después nada.
Hasta ese último beso, hasta esa vez que yo sentí que iba a ser la última y tu ni remotamente supiste porque lloraba.
Después sentir esa incertidumbre de saber si estás o no estás. Saber si voy, vengo subo o bajo.
Otro beso.
Otra pelea. Preferir ahora pelear pero verte. Estar cerca de ti.
Una cama. Y de nuevo otra pelea…pero esta vez con las palabras del perdón y la reconciliación de corazón.
Después besos y más besos
Ahí me quedo. Quiero comenzar otra vez de atrás para adelante.
Dónde solo eran risas y abrazos y sueños míos, siempre míos.
Regresar a donde te conocí por primera vez. Y me enamoré de esa sonrisa que todo mundo ve y encanta.
De ese modo ligero de ver la vida, de vivir pleno sin ataduras.
Y yo que quería hacerte mio.
¿Cómo? si nunca lo fuiste.
Regreso. Al principio. Vertiginosamente en este viaje en el tiempo.