OCUPATE Y PREOCUPATE...¡dah! que me lo expliquen
Una vez le comenté a mi psicólogo, que estaba preocupada, que tenía miedo de cierta situación por la que estaba pasando, y si, ya se.---- ¡ya sé!---- Todo mundo va a decir: NO TE PREOCUPES, OCUPATE… bla bla bla---(efecto maestra de Charlie Brown)
Como si fuera tan fácil.
Y es que realmente nunca le hallaba la cuadratura a esa frase de: “NO TE PREOCUPES, OCUPATE”. Se me hacía una salida fácil, un consejo de esos prácticos para salir del paso.
Pero Freud me dijo, con lo cual aprendí mucho y me sirvió para poder estar tranquila lo siguiente:
---Es tan sencillo, como aquellas personas que se suben a un avión y tienen miedo que se vaya a caer, y están preocupados, y sudan, y se la pasan rezando todo el vuelo, y no disfrutan del paisaje, de las nubes, de la comodidad de un asiento tal vez, o que simplemente tengan la ventaja de que una señorita los vaya atendiendo en el vuelo.
En ese momento no hay mejor cura para quitarnos ese miedo, esa preocupación que pensar: ¿EN ESTE MOMENTO CORRO PELIGRO?
¿En este instante el avión se está cayendo?
En ese momento, en este segundo voltea, ¡voltea! Ve la cara de la gente. ¿Alguno tienes cara de que está a punto de morir?
No verdad, ninguno.
¿Entonces? Así pasa con todo…¿Por qué te preocupas por algo que aún no ha sucedido?
Y si ya sucedió, seguramente tomará su curso, y en ocasiones, solo tenemos que seguir la fluidez de las cosas conforme vayan pasando. La vida es tan sabia que te va indicando los caminos poco a poco y guiando para salir adelante ante cualquier cosa.
¿Y luego? ¿por qué preocuparse y angustiarse?
¿Que debemos estar alertas? ¡PERO SI CLARO!… ¿PREVEER’? ¡Desde luego que TAMBIÉN!
Pero… en este momento… hoy, aquí y ahora
¿Qué te preocupa a ti?
¿Tu relación va a terminar?
Espera… espera… no puedes preocuparte por lo que aún no sucede, disfruta el viaje, los sinsabores, los sin ton ni son--- y solitas las cosas se van a ir acomodando.
¿Qué te preocupa ahorita?
¿Qué te corran del trabajo? ¿estás embarazada? ¿Fuiste infiel y temes ser descubierto? ¿En que estás pensando? ¿dinero?
DIME. ¿Qué te preocupa?
Estar preocupado es ocuparse de algo que todavía no ha ocurrido que puede o no acontecer en el futuro; es poner el empeño en adelantarse a acontecimientos que tal vez no ocurran nunca.
La preocupación consiste en tener la mente ocupada con pensamientos negativos que tienden a atraer más de lo mismo.
Estar preocupado por el futuro no permite vivir plenamente lo que está pasando en el presente y empaña las experiencias actuales; porque es una condición que dispersa la atención y hace ver las cosas desde una perspectiva pesimista.
La preocupación es ansiedad, miedo a lo desconocido y al futuro. Para evitar un posible sufrimiento futuro se prefiere sufrir ahora por situaciones improbables que se temen. ¿Que chistoso no? Protegernos antes como mecanismo de defensa.
Y les voy a decir algo, que parece no tener importancia pero que pasa: las preocupaciones afectan la salud física y emocional y un exceso de preocupaciones genera estrés y puede estar revelando un trastorno de ansiedad y hasta una depresión oculta.
Preocuparse es tener encendida la alarma del cuerpo antes de que ocurra el siniestro, por las dudas; y si ese sistema de alarma orgánico, que debería funcionar cuando realmente la situación de peligro es inminente, sigue funcionando siempre, genera químicos en el organismo que son nocivos para la salud. Y ¿qué pasa, cuando en verdad pasa algo?
Vivir preocupado es asumir la vida como algo peligroso, sin ninguna otra alternativa que nos permita relajarnos y disfrutar de las cosas.
Quiero que les quede bien claro esto------Cuando nuestro sistema se acostumbra a vivir en estado de permanente situación de peligro, pierde la capacidad de funcionar normalmente y se acciona aunque la amenaza no sea real y no exista motivo de riesgo alguno inmediato, porque no puede reconocer las verdaderas señales de peligro.
La necesidad de control a veces nos obliga a exigirnos el máximo y nos impide hacer una evaluación de cada circunstancia con objetividad.
Es importante comenzar a recapacitar si realmente vale la pena preocuparse por tantas cosas que tal vez tienen una importancia relativa; ser capaces de aprender a jerarquizar las prioridades: Dijera mi papá--- “Hija, primero es el 1 y luego es el 2”-
Comentarios
Publicar un comentario